jueves, 4 de agosto de 2011

MEMORIAS DE UN NORMALISTA (SEGUNDA PARTE)

MEMORIAS DE UN NORLAMISTA

II PARTE

El Terremoto de 1976 fue un acontecimiento que marco la vida de muchos guatemaltecos, creo que fue el despertar de una generación sumida en el letargo.

Para los niños de aquella época nos era difícil comprender la magnitud de la catástrofe natural que afectaba a la nación; nuestras humildes casas de adobe, fueron hechas pedazos, las que aun se mantenían en pie fueron derribadas por grupos de vecinos organizados para el efecto con el fin de evitar mas muertes debido a las replicas que se hacían sentir a lo largo de los días posteriores al 4 de febrero.

Era grato para nosotros los niños de aquella época, ver llegar los camiones repletos de frutas y verduras de nuestros hermanos del interior del país, y sentir de esa manera ese calor humano que se ha perdido a lo largo de los años.

Aquella frase del Gobierno de la República “Guatemala está en pie”, quedo grabada en la memoria de todos los que vivimos ese acontecimiento tan terrible. Mas de 25 mil personas perdieron la vida, el país quedo sumido en la desesperanza; fue difícil sobreponerse a tanta perdida material y humana.

No se que paso después del terremoto pero todo cambió; fue como si Guatemala hubiese perdido la inocencia, como si a mi patria le hubiesen robado su alma virgen. A partir de ese 4 de febrero de 1976, inicia una nueva etapa para nuestro país. Guatemala emerge de las cenizas; se da un estallido social en el aspecto poblacional, aparecen cientos de colonias marginales, se incrementa la violencia, los grupos subversivos incrementan sus operaciones militares, el gobierno y ejercito desatan una feroz campaña contrainsurgente que alcanza a todos los sectores populares.