sábado, 5 de noviembre de 2011

MEMORIAS DE UN NORMALISTA

MEMORIAS DE UN NORMALISTA
-Tercera parte-

La gente corría, las madres angustiadas, buscaban la manera de saber como estaban los patojos que estudiaban en el instituto simón bolívar de la colonia Primero de Julio. Un barranco dividía esa colonia de la mía, mi otrora glorioso y legendario Milagro.


Solo se sabía que el Pelotón Modelo tenia rodeado el instituto y que los muchachos atrincherados en él se esforzaban por mantener el control de las instalaciones.

La gente comentaba que los muchachos estaban protestando porque habían secuestrado y matado a un joven ex alumno del establecimiento, su nombre Leonel Caballeros.

Era el año de 1977, con diez años de edad, pude vivir por primera vez aquel clima de temor, de terror, ver a la gente correr, “allí vienen, allí viene el pelotón modelo” gritaba la gente; los jóvenes de mi colonia con pañuelos en el rostro y piedras en las manos esperaban a los miembros de ese cuerpo represivo de la Policía Nacional, no tardaron en llegar, todo fue tan rápido, piedras, bombas lacrimógenas, piedras, bombas, balazos, gritos, bombas, piedras, llanto, balazos… en cosa de minutos pude experimentar lo que talvez nadie ha experimentado en toda su vida.

Fue mi primera vez… allí perdí la inocencia, fue la primera vez que sentí el olor a humo de llantas, a gases lacrimógenos, por primera vez oí el grito de mi pueblo reprimido. Aun se me hace un nudo en la garganta… aun se asoman lagrimas a mis ojos. Como olvidar el día que a los diez años perdí la inocencia y vi como violentaban y reprimían a mi pueblo.

En el año de 1977, los jóvenes estudiantes de nivel medio y universitario vivieron una de las jornadas mas tristes de nuestra historia, Róbin Garcia y Leonel caballeros, dirigentes y líderes de la COORDINADORA DE ESTUDAINTES DE EDUCACION MEDIA -CEEM- fueron secuestrados y posteriormente asesinados.

En esos días, tanto durante la desaparición y posterior al asesinato de estos líderes de la CEEM, los estudiantes de los centros educativos de nivel medio de la Ciudad Capital realizaron vastas manifestaciones de protesta las cuales se conocen como las “Jornadas de los Claveles Rojos”.

Yo con diez años de edad no comprendía muchas cosas, pero sentía en el ambiente la tensión que estos acontecimientos generaban.

Quién diría que años más tarde yo sería uno de los máximos lideres de la gloriosa, centenaria e inmortal Escuela Normal Central para Varones y de la Coordinadora de Estudiantes de Educación Media –CEEM-.